Una razón de peso para no leerme
Me la dio, hace algunos años, un entrañable amigo, librero por más señas.
-Verás -dijo confianzudo, tan campechano -. Tengo en la mesita de noche una novela tuya desde hace dos años, y voy por la página cuarenta. No creas... mi costumbre es leer cada noche un par de horas antes de dormir, salvo que me haya emborrachado, claro. Y como tengo la desgracia de emborracharme todas las noches, pues eso... Que voy por la página cuarenta.
Hay lógicas que son inapelables. Aplastantes. Demasiado reveladoras.
0 comentarios :
Publicar un comentario
Aceptamos y respetamos todas las ideas y argumentos. No se admitirán comentarios ofensivos, expresados con grosería o escritos en apócopes sms